jueves, 3 de enero de 2013

EXPERIENSIAS DE VIDA.


Hace unos dias un tipo me pregunto en el parque que si era gay;sinseramente la pregunta es estupida...
en primer lugar nisiquiera lo conosia y solo se acerco para preguntar eso, y en segunda !a el que le importa si lo soy o no!..

Le respondi con una pregunta, le pregunte si acaso el habia tenido sexo con un hombre y lo que me respondio fue que si pero que no por eso el era homosexual.
"ENTONCES PARA EL QUE ES SER HOMOSEXUAL"

Me dijo que lo habia echo con un pasivo y que no por eso el era el gay: pues no aguante la risa y le conteste que si el acaso no habia oido hablar del sexo activo. y que eso tambien lo hacen los homosexuales....
pues no supo que contestar y se levanto y se fue....

no hay gente mas ignorante que la que esta confundida....
el echo de que ellos sean los activos no los hace hombres si tienen sexo con otro hombre....

ademas uno no es homosexual solo porque le den por el trasero tambien hay gays que tienen sexo activo, y el hombre no es hombre por como actua sino por como respeta y entiende las diferencias...

viernes, 9 de noviembre de 2012

EL ESQUELETO HUMANO...

SABIAS Q" EL ESQ"LETO ES LA ESTRUCTURA Q" DA CONSIS·TNCIA AL ·QERPO Y CIR·B ·D SOPOR·T A TO·2 SUS MOVIMIENTS".
ESTA COMPUESTO PR" PAR·TS DURAS O HUESOS Y PAR·TS BLANDAS O CARTILAGOS.
LOS HUESOS SON ·D 4 CLACS"( LARGOS, CORTOS, ANCHOS O PLANOS E IRREGULARES).
EL ESQ"LETO CONSTA ·D 206 HUESOS DISTRIBUI·2 ·D ESTA MANERA: 26 ·D LA COLUMNA ·BR·TBRAL, 8 DL" CRANEO, 14 ·D LA ·KRA, 8 HUECILLOS DEL OIDO, 1 HIODES, 62 ·D LS" EXTREMIDADES SU·PRIORES Y 62 DE LAS INFERIORES.


Kristin Laura Parker Kreuk biografia


Kristin Laura Parker Kreuk (n. 30 de diciembre de 1982) es una actriz y modelocanadiense, conocida por su interpretación en la serie de televisión estadounidense Smallville como Lana Lang. También ha participado de forma regular en el drama adolescente Edgemont y en películas como Eurotrip y Street Fighter: The Legend of Chun-Li.



Kreuk nació en VancouverColumbia Británica. Su padre, Peter Kreuk, es de ascendencia neerlandesa; su madre, Deanna Che, es de ascendencia china, pero nació en indonesiasu abuela materna, de ascendencia china, nació en Jamaica. Sus padres son arquitectos paisajísticos. Tiene una hermana llamada Justine, unos cinco años más joven. Kreuk se entrenó en karate y gimnasia a nivel nacional hasta la escuela secundaria pero lo dejó en el grado 11 debido a la escoliosis. Asistió a la escuela elemental Edith Cavell y a la escuela secundaria Eric Hamber en Vancouver.
Kreuk planeó estudiar psicologíaciencias ambientales, o ciencia forense en la Universidad Simon Fraser, cuando un director de casting de la CBC para la serie de televisión Edgemont contactó con su escuela secundaria, buscando una chica asiática para interpretar a la china canadiense, Laurel Yeung, rodado en Vancouver. El profesor de Kreuk la convenció. Hasta el momento no tenía más experiencia en la actuación que en los musicales de la escuela. A pesar de ello, fue elegida para el papel.

Después de rodar la primera temporada de Edgemont y conseguir un agente, Kreuk consiguió el papel protagonista de Blancanieves en una película para televisión titulada Snow White: The Fairest of Them All. La película, dirigida por Caroline Thompson y rodada en Vancouver, también fue protagonizada por Miranda Richardson. Se emitió en ABC, y posteriormente salió en DVD en 2002. En 2003, Kreuk finalizó su papel en Edgemont. En verano de 2004, Kreuk tomó el papel de Tenar para las dos partes de la mini serie Legend of Earthsea del canal Syfy. Dirigida por Rob Lieberman, la mini serie se rodó en Vancouver y se emitió el 13 de diciembre de 2004.
Tras Blancanieves, el agente de Kreuk envió una cinta con una audición a los guionistas Alfred Gough y Miles Millar, que en ese momento colaboraban en el casting de una serie creada para la WB Network llamada Smallville. La serie, que se rodaría en Vancouver, trata sobre la vida del adolescente Clark Kent antes de convertirse en Superman. Gough y Millar llamaron a Kreuk para una audición en los estudios WB de BurbankCalifornia para el papel del primer amor de Clark Kent, Lana Lang. Tras siete temporadas, Kreuk deja Smallville a principios de 2008, cuando su personaje deja el pueblo. Vuelve como estrella invitada en cinco episodios de la octava temporada para concluir su historia.
En 2009, Kristin Kreuk firmó para varios episodios de la tercera temporada de Chuck. Interpretó a Hannah.
En 2010, interpretó a la hermana de Ben Hur en la película de la televisión Ben Hur, rodada en Canadá.
En 2012 Kreuk vuelve a la televisión canadiense/americana, esta vez con una nueva serie de televisión para The CW, llamada Beauty and the Beast. Con el papel protagónico de Catherine Chandler, una excelente detectivem de homicidios de la NYPD. La serie todavía esta siendo filmada en Toronto, pero ya tiene suficientes capítulos grabados. Su estreno se espera que sea el 11 de octubre en Canadá y Estados Unidos.


martes, 6 de noviembre de 2012

cambiando modelos de pensamiento y conducta.

LUCHAR CONTRA LOS SENTIMIENTOS HOMOSEXUALES:

El combate interior contra las inclinaciones homosexuales moviliza las facultadesdel auto conocimiento y de la voluntad. El aspecto de la voluntad es indispensable. Implica que en tanto que se alimenten el deseo o la fantasía homosexuales a pesar de lasbuenas intenciones contrarias , es prácticamente imposible debilitar el interés homosexual. Porque, a pesar del deseo de deshacerse de él, este interés se nutre cadavez que uno, en secreto o conscientemente, cede a su disfrute. Aquí viene al caso lacomparación con los impulsos del alcoholismo o, en cierta medida, la adición al tabaco.Acentuar la voluntad no significa que no sean de ayuda ciertos conocimientos acerca de uno mismo. Pero, por sí mismos, los conocimientos carecen normalmente de la capacidadde superar el impulso erótico lujurioso infantil. Sólo mediante un esfuerzo rotundo de lavoluntad puede silenciarse este impulso en una situación concreta. Este esfuerzo deberíarealizarse con toda tranquilidad, sin miedo, con la actitud del adulto que intenta controlar una situación difícil: con paciencia y realismo. No te dejes intimidar por el impulso, nohagas un drama de ello, no lo niegues, pero tampoco exageres el fastidio que te causa.Luego intenta decirle “No”.La facultad de la voluntad está generalmente infravalorada porque en lapsicoterapia moderna estamos acostumbrados a acentuar sólo una parte: 

losconocimientos intelectuales (psicoanálisis) y el entrenamiento (terapia de conducta,psicología del aprendizaje). Y, sin embargo, es precisamente la voluntad lo que es central.Los conocimientos y el entrenamiento son necesarios, pero su eficacia depende de unacorrecta orientación de la voluntad.Mediante la reflexión interior, el homosexual puede llegar a una decisión perfecta dela voluntad: no dejaré en absoluto ningún lugar, sea el que sea, a los impulsoshomosexuales. Debe crecer gradualmente en esa decisión. Debe pensar en ella a menudo,especialmente en momentos de calma, cuando el pensar con claridad no está abrumadopor la excitación erótica. Una vez tomada la decisión, rechazará incluso las ocasiones levesde excitación homosexual o disfrutehomo erótico, inmediata y totalmente no condesgana. En la inmensa mayoría de los casos en los que un homosexual está poniendo su“voluntad” pero tiene poco éxito, esto se debe a que la voluntad no está completamentedecidida. Por esa razón, es incapaz de luchar vigorosamente y se verá inclinado a echarlela culpa de sus pobres resultados a la fuerza de su inclinación homosexual o a las“circunstancias” en vez de a su falta de total decisión. Tras muchos años de éxito relativo ycaídas periódicas en la fantasía homosexual, un hombre homosexual descubrió que nuncahabía deseado,en realidad y con todas sus fuerzas, verse libre de su lujuria. “Ahora estabaclaro para mí porqué había sido tan difícil. Lo deseaba, es cierto, pero no al cien por cien”.La primera lucha consiste, por tanto, en esforzarse por purificar la voluntad. Una vezconseguido eso, debe uno renovar la decisión con bastante regularidad, de modo quellegue a hacerse estable, un hábito. Si no, la decisión se debilitará otra vez con todaseguridad.Es esencial reconocer que habrá momentos y tiempos en los que la voluntad sólidase verá atacada fuertemente por una añoranza lujuriosa. “En dichos momentos lo que enrealidad quiero es consentir a mis deseos con mi voluntad”, se ven obligados a admitir muchos clientes que, por otra parte, tienen buenas intenciones.

 Entonces el combate esrealmente doloroso; cuanto más lo será, sin embargo, si uno no posee una voluntad firmede antemano.El impulso puede llevarnos a fantasear sobre una persona encontrada en la calle oen el despacho, viendo la televisión o en los periódicos; puede tratarse de una ensoñaciónsuscitada por ciertos pensamientos o experiencias de la vida diaria. O puede tratarse de unimpulso a salir a buscar un compañero en algún lugar de encuentro. Decidir que “no” tiene,por consiguiente, varios grados de dificultad. Los deseos pueden ser tan fuertes queoscurezcan el pensamiento, y entonces uno tiene que actuar sólo mediante el poder de lavoluntad. Dos pensamientos ayudarán en esos momentos: “Debo ser sincero” y “soy libre,incluso bajo la presión de este ardiente deseo”. La sinceridad significa aquí recordar: “ Sé que debo resistir, de manera que no puedo engañarme a mí mismo”. Ejercer la libertad dela voluntad es reconocer: “Puedo levantar mi mano; puedo alejarme, si doy una orden, eneste mismo instante. Por tanto, está también en mi poder permanecer aquí, en estahabitación, y demostrarme a mí mismo que soy dueño de mis impulsos. 

Si deseo beber,puedo decidir aceptar o no la sed”. Algunos trucos pueden ser útiles, como el decir en vozalta: “Estoy decidido a quedarme en casa”, o anotar algunos pensamientos útiles y leerlosen un momento de emergencia. Es relativamente fácil apartar una mirada, cortar una sucesión de pensamientos, nodetenerse en la mirada a una persona o fotografía. La voluntad se facilita mediante elconocimiento. Intenta darte cuenta de que, al mirar a una persona, puedes estar haciendouna comparación : “Es un Príncipe encantador, es una diosa, y yo me veo dolorosamenteinferior en comparación”. Intenta reconocer que el impulso es uno de los antojos patéticosdel yo infantil: “Eres tan maravilloso(a), tan varonil (tan femenina). 

Por favor, ¡prestaatención a este pobrecito!”. Cuanto más se da uno cuenta de esta actitud de “¡pobrecito!”,más fácil es distanciarse de ello y utilizar el arma de la propia voluntad.Una ayuda importante es ver lo verdaderamente infantil que es la búsqueda decontactos homo eróticos ─ en la realidad o en la imaginación ─. Intenta percibir que en talanhelo no estás siendo maduro, sino un niño que desea mimarse a sí mismo, conseguir afecto y placer sensual para sí mismo. Comprende que esto no es amor real, sinobúsqueda de uno mismo, en la que el compañero es más un objeto de placer que unapersona. Esto debería pensarse también a veces cuando el deseo sexual está ausente.Una conciencia más nítida de la naturaleza infantil y egoísta de la satisfacciónhomosexual, además, abre los ojos a su impureza moral. La lujuria desdibuja la percepciónmoral de la pureza y la impureza, pero no del todo; muchos piensan que su conductahomosexual con otras personas o su práctica de la masturbación son impuras. Paraaumentar esta conciencia uno debe fortalecer la voluntad de resistir; las propias emocionessanas detestan la impureza de uno. Ni que decir tiene que esta visión puede ser ridiculizada por los que se han entregado a su homosexualidad. Sencillamente, no sonhonestos. Cada uno puede decidir ver o no ver las cualidades de pureza e impureza.Rehusar verlo es un mecanismo de defensa: la “negación”. A un cliente muy infantil, cuyosdeseos homosexuales se centraban en oler calzoncillos de hombres jóvenes mientrasimaginaba juegos sexuales con ellos, le ayudó el pensamiento que le vino de que suconducta era taimada. Sentía, de hecho, que abusaba de los cuerpos de sus amigos en sufantasía cuando usaba sus calzoncillos sólo para su gratificación sensual. La idea le hizosentirse impuro, asqueroso. En este campo pasa lo que con otras acciones inmorales:cuanto mayor es la desaprobación moral interior (en otras palabras, cuanto más clara es lapercepción de la fealdad de la acción moral), más fácilmente puede uno decir “no”.La excitación sexual homosexual es frecuentemente una reacción de autoconsuelotras una decepción o sentimientos de disgusto. En tales casos debe reconocerse ehiperdramatizarse la autocompasión interior. La adversidad bien llevada no suscitanormalmente fantasías eróticas. Sin embargo, los impulsos homosexuales puedenaparecer ocasionalmente en momentos muy distintos, cuando uno se siente contento ybien, y no está pensando en absoluto en aquellos términos.

 En ese caso están provocadospor recuerdos o asociaciones. Uno se encuentra en una situación anteriormente conectadacon aventuras homosexuales ─ en cierta ciudad, cierto lugar, un día espacial, etc. Peroentonces, si uno conoce por experiencia esos momentos, es posible seguramenteprepararse, entre otras cosas, repitiendo regularmente la decisión de no sucumbir a lafascinación repentina de esos ambientes o circunstancias especiales.Muchos varones y mujeres homosexuales son adictos a la masturbación, que lesengancha a sus intereses inmaduros y a su egocentrismo. El combate con este hábitopuede vencerse si uno persevera, a pesar de las caídas. Por supuesto, esto coincide engran parte con los intentos de superación de la imaginería homo erótica, pero debemoshacer aquí algunas observaciones.Para muchos, la masturbación es una forma de autoconsuelo tras una decepción ofrustración. Uno se abandona a la imaginería infantil. Una buena estrategia es hacer unfirme propósito cada mañana y repetirlo cuando sea necesario (por la tarde o al irse a lacama): “En la siguiente parte del día (o noche) no caeré”. Con esa disposición mental losprimeros signos del incipiente deseo son mejor reconocidos. Entonces uno puede decirse así mismo: “No voy a concederme este placer; en cambio, aceptaré el pequeño sufrimientoque significa no conseguir lo que deseo”. Imagina a un niño cuya madre no quiere darle una golosina: el niño puede ponerse furioso, o empezar a llorar o a patalear. Hiperdramatiza entonces a tu ego infantil como si estuviera portándose de ese modo(“¡Quiero mi golosina!”). O di: “¡Qué pena que no puedas conseguir tu pequeño consuelo!”.O trátate a ti mismo (esto es, a tu ego infantil) como un padre severo lo haría: “No, Juanito(María), papá dice hoy ‘no’. No más jueguecitos. Quizá mañana. Haz lo que tu papá tedice”. Y al día siguiente haz lo mismo. Así, concentrándote en el hoy, no pienses: “Nuncaseré capaz de superar esto, nunca seré capaz de dejar de hacerlo”. El combate debe ser diario; de este modo la abstinencia se fortalece.

 Tampoco dramatices los momentos dedebilidad y las caídas. Dite a ti mismo: “Fue una estupidez, pero adelante”, como si fuerasun deportista. Entonces podrás comprobar cómo te fortaleces, caigas o no. Y es unaliberación, como desengancharse del alcohol; uno se siente mejor, más en paz y feliz.Otro truco: imagínate a ti mismo no cayendo en el momento del impulso, como unapersona madura que siente el impulso pero continúa firmemente con su trabajo o estátranquilamente tumbado en la cama y permanece dueño de sí mismo. Imagínate a ti mismolo más vívidamente posible como dicha persona madura que alienta a su voluntad para noconsentir. “Sí, ¡esa es la persona que me gustaría ser!”. O imagínate teniendo que decirle atu mujer o marido ─ tu posible esposo(a) en el futuro ─ o a tus futuros hijos si combatiste ono este impulso a la masturbación como una persona responsable. Imagínate teniendo quedecirles que no luchaste, o no lo suficiente, sino que te comportaste como un debilucho, ylo avergonzado que te sentirías frente a ellos.En cuanto a la hiperdramatización , uno puede hiperdramatizar la “realización” del“amor” en las fantasías de la masturbación. Por ejemplo, dile a tu “niño interior” (o, para elcaso, a ti mismo cuando ves que en ese momento tu ego se ha vuelto otra vez unadolescente): “él te mira profundamente a los ojos, expresando amor eterno por ti, pobremuchacho (muchacha), y afecto por tu alma abandonada y hambrienta de amor”, etc. Engeneral, intenta ridiculizar y satirizar tus fantasías o sus componentes (por ejemplo, detallesfetichistas). Pero primero y antes que nada hiperdramatiza la queja ─ quizá apenasconsciente ─ auto -dramática, ansiosa y anhelante: “¡Dale tu amor a este pobrecito!”. Lasfantasías homo eróticas, así como los impulsos masturbatorios conectados a ellas, cedenante el humor, ante la sonrisa.El problema con las emociones neuróticas es que hacen a la persona alérgica alauto-humor. El ego infantil se resiste a los “ataques” del humor y de las bromas dirigidasdirectamente contra su auto importancia. Sin embargo, el auto-humor puede aprendersemediante entrenamiento.Es lógico que algunos homosexuales tengan ideas infantiles sobre lahomosexualidad. Así, algunos pueden creer que la masturbación es necesaria paraentrenar su virilidad sexual. Por supuesto, el complejo de inferioridad masculina implícito enello debe ser hiperdramatizado. 

Nadie “prueba” su masculinidad entrenando un músculo,haciendo gimnasia, dejándose la barba y bigote, y cosas así. Hacer eso puede ser contraproducente, puesto que alimentaría una mentalidad pueril.El cristiano tiene también el recurso de la oración. La oración puede ser lo másefectivo en la superación de esas fantasías sexuales e impulsos masturbatorios. Pero éstano excluye el combate del que hemos hablado antes. En primer lugar, porque debe tratarseno de la oración en general, sino de la oración en los momentos cruciales en los que losimpulsos se presentan. Es interesante observar aquí que muchas personas religiosas conun complejo homosexual, aunque rezan en otras ocasiones, rehúsan hacerlo en elmomento preciso de la “tentación”. Rezar en esas circunstancias requiere un esfuerzo de lavoluntad. Si éste se realiza, y la persona intenta seriamente aplicar los métodosdisponibles, aunque todavía se sienta incapaz de superar un fuerte impulso a buscar uncompañero, a masturbarse, a consentir ante una ensoñación homo erótica, se dará cuentade que una oración sincera, hecha con la mentalidad de un hijo que se dirige a su Padrebueno, le guardará de sucumbir. El que trata realmente de hacer lo que puede y, en consecuencia, pide sinceramente ayuda la experimentará, discreta peroinconfundiblemente.El creyente católico tendrá también el recurso a la Santísima Virgen, cuyaintercesión ante Dios es particularmente eficaz en materia de castidad, a los santos y a suángel custodio. Será fortalecido interiormente por los sacramentos de la confesión y de laEucaristía. Los católicos americanos con problemas homosexuales pueden encontrar ánimo y apoyo desde un sólido enfoque religioso que no rehuye la noción de “castidad” enuno de los capítulos de la organización Courage, fundada por Fr. John Harvey. Lapertenencia activa a esta organización y la (auto-)terapia que se describe en este libro noson antagonistas sino complementarias. Además, una pequeña mortificación física regular ha demostrado ser eficaz en el combate contra las obsesiones sexuales, especialmentecuando se ofrece a Dios, según he oído a clientes tanto católicos como protestantes. Essorprendente que esta antigua sabiduría se haya olvidado prácticamente.El tratamiento futuro ideal de la homosexualidad para los cristianos será unainteracción entre elementos y procedimientos psicológicos y espirituales. Un enfoque deeste tipo, cristiano y psicológico, es generalmente la mejor garantía para el cambio.Con respecto a la oración, recomiendo este consejo de J. Escrivá, un convincenteautor espiritual moderno, que puede servir de apoyo y consuelo a aquellos cuya resoluciónpor el cambio y la esperanza de alcanzarlo flaquea de vez en cuando: “Lo primero quenecesitas en cuanto a la oración es perseverar en ella; lo segundo es ser humilde. Ten unasanta terquedad, ten confianza. Recuerda que cuando le pedimos al Señor algo importante,Él puede desear que se lo pidamos durante años. ¡Persevera! Pero persevera con unaconfianza cada vez más grande”. fuente:Gerard J.M. van den Aardweg.

martes, 18 de septiembre de 2012

miércoles, 13 de junio de 2012

ICTIOSIS ARLEQUIN..

Ictiosis arlequín: es una enfermedad de la piel extremadamente rara del grupo de las llamadas genodermatosis (grupo de dermatosis hereditarias con trastornos metabólicos). Es la forma de ictiosis congénita más grave, se hace evidente ya desde el nacimiento y debe su nombre al aspecto que tienen los recién nacidos con la enfermedad, que recuerda a un disfraz de arlequín. La ictiosis tipo Arlequín es una enfermedad genética rara de la piel caracterizada por escamas grandes y gruesas que aparecen en toda la piel, como a su vez se nace con los párpados volteados por lo que en lugar de ojos se observan los párpados totalmente rojos. Se asocia generalmente deformidades faciales características y a menudo anomalías en otras partes del cuerpo, especialmente en el tórax.


Se debe a una alteración de la queratinización cuyo mecanismo fisiopatológico se desconoce, pero se piensa que existe una disgenesia de la capa lamelar, probablemente debida a anomalías de los lípidos cutáneos, que da lugar a una hiperqueratosis folicular masiva.


Aparecen fisuras profundas e irregulares que cubren la superficie corporal, ectropión (eversión de los párpados) y eclabium (inversión hacia fuera de los labios) debidos a la tracción mecánica que ejerce la piel engrosada sobre la conjuntiva y la mucosa oral, hipoplasia (desarrollo incompleto o defectuoso) de orejas nariz y dedos y los recién nacidos adoptan una postura semiflexionada.


Las complicaciones clínicas más importantes se producen a causa del fallo de la función de barrera que la piel tiene en condiciones normales e incluyen sepsis (infección o contaminación generalizada) y deshidratación que conducen a hipernatremia (aumento anormal de sodio en sangre) y malnutrición.
Los niños nacen con constricción marcada de tórax y abdomen con las correspondientes dificultades respiratorias y de alimentación.

El pronóstico es malo, ya que la mayoría fallece a los pocos días o semanas del nacimiento. Aunque existen casos excepcionales en donde la persona llega a la adolescencia, pero necesita de tratamientos especiales.